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Cuando entramos al negocio aprendimos que países como Perú con otra dinámica y contexto agro exportador estaban empujando fuera del mercado internacional a los arándanos argentinos. Comprendemos que esta fuera de nuestros circulo de influencia, para sobrevivir debíamos concentrarnos en el mercado Argentino, que es el único lugar en el mundo que tienen que competir con nuestras reglas. Las exportaciones siguieron pero el foco a partir del 2015 de la mano de APRATUC era en desarrollar del habito de consumo de los argentinos.

 

Con una mezcla de concientización de las propiedades del arándano; un producto más dulce; menos acido para el paladar argentino y con un precio razonable. El consumo local crecía.

 

Mientras trabajamos en ese desafío, aprendimos que para que el consumo crezca a un ritmo mayor el producto debía estar disponible todo el año como en los países desarrollados y no solo 4 meses.

 

También aprendimos que el mercado de la fruta fresca, es un mercado perfecto donde todos los días, oferta y demanda se cruzan para lograr un precio. En una misma campaña de cosecha con una misma calidad en un mismo mercado puede valer hasta 10 veces más o 10 veces menos la misma fruta. Ya que son productos perecederos todos los días es un nuevo desafío. Esto generaba perdidas e incertidumbre para los productores cuando el mercado se saturaba.

 

Congelando la fruta solucionábamos ambos desafíos. Cuando las plantas entran en pico de cosecha y el mercado no lo llega a consumirlas, las mismas se congelaban. Esto garantiza poner un piso de precio y darle previsibilidad y estabilidad al productor. A su vez esa fruta congelada se vende todo el año a un precio eficiente para el consumidor, y así el mercado local no para de crecer superando los 8 millones de Kg de consumo actualmente.

 

Todos estos logros no eran suficientes para poder tener una organización autosustentable. Los cosecheres viajaban de lugar a lugar todo el año y todos los años veíamos caras nuevas. Nos pusimos como objetivo poder tener un plantel permanente tanto de campo como de empaque.

 

Asignamos área de la superficie productiva para plantar frutilla que las labores se hacen antes del arándano. Área para hacer zarzamora que los labores se hacen luego del arándano.

 

Y nos quedaba el otoño para poder darle continuidad al trabajo todo el año. El cultivo de Frambuesa, tenía muy bajo rendimiento en la región debido a que las condiciones climáticas no eran las indicadas. Pero frente a toda esa adversidad y todos los desafíos que tuvimos que pasar, hoy seguimos aumentando nuestra área plantada de frambuesa. Es cierto que obtenemos pocos gramos por planta, pero de esa manera logramos formar un equipo de trabajadores permanente con un fuerte sentido de pertenencia, que constantemente están en los pequeños detalles de excelencia del producto que ofrecemos al mercado. De otra manera no se podría lograr lo que logramos, que supera lo que imaginamos.

 

No solo capitalizamos la curva de aprendizaje de nuestro capital humano, sino que logramos aumentar la eficiencia de nuestro empaque, cámaras, logística, etc. Generando puestos de trabajo los 12 meses del año y abasteciendo a nuestros clientes estratégicos las 52 semanas del año sin interrupción. Hoy estamos orgullosos de contar con una organización que tiene en forma permanente tanto a mujeres como hombres, donde la meritocracia, como principio, no distingue género.

Contamos con dos empaques propios, uno situado en la ruta 301 Km 20, con la capacidad de procesar el 100% de la fruta que producimos, y almacenar en frio hasta 1.000.000 kg de productos terminados.

En el 2020 bajo la expansión constante de la Empresa, adquirimos un nuevo campo situado en la ciudad de Famailla, a 25 Km de Lules. Este campo, conocido como “Los Laureles’’, tenía la particularidad de producir de manera orgánica arándanos. Al área disponible agregamos frambuesas y zarzamoras.

El 4 de Octubre del 2021 con nuestro proyecto ECO-BERRIES, logramos por orden de mérito el 14 puesto a nivel nacional sobre 275 proyectos del programa de desarrollo productivo Pyme.

En febrero del 2021, situado a 5 km de Laureles se incorporó a la producción, el campo de 3 Almacenes, ubicado también en Famaillá. Fue una de las primeras plantaciones de arándanos de Tucumán. Cuenta con empaque propio y cámara de bromuro para desinfección que nos permite enviar fresco a cualquier destino. Hoy la fruta fresca que comercializamos se procesa en dicho establecimiento, permitiéndonos especializar el empaque de Lules con destino congelado. Con la superficie plantada se reconvirtió a frutilla y frambuesa conservando solo las mejores variedades de arándanos.

Después de mucho trabajo y esfuerzo, en octubre del 2021 se pudo instalar la última tecnología en freón en congelamiento de frutas en 3 túneles IQF (congelación rápida de manera individual o Individual Quick Freezing). Esto permitió tener un menor consumo energético; mayor seguridad; máxima calidad del producto final; y procesar 3 veces más de la capacidad anterior.

Debido al éxito de la fruta congelada lista para consumo y a pedido de nuestra red comercial se agregaron otros productos como mango, maracuyá, melón, ananá, kiwi, pera, durazno, sandía baby, palta. Esto permite que la fruta no solo esté disponible todo el año, sino también de una manera fácil de consumo y los productores podrían tener el mismo beneficio que habíamos logrado con los berries.

 

Sin bien contábamos con las certificaciones de Global Gap, OIA, USDA, junto con Bromatología y SENASA desarrollamos los primeros protocolos de inocuidad, para poder comercializar nuestra línea de congelados con la marca Alif en bolsas de 1 Kg y de 250 Grs.

En marzo del 2022 instalamos nuestro laboratorio propio para el análisis del ingreso de las materias primas provenientes del campo. Hacemos análisis por lotes de los productos terminados que salen al consumo de nuestra planta procesadora de Lules. Esto nos permite un monitoreo contante de nuestros productos. La misma información se cruza con los laboratorios externos auditores especializados con los cuales trabajamos.

Ese mismo año, nos aventuramos en un emocionante viaje hacia un rincón natural, a tan solo 20 km de Lules, donde la tierra cobra vida en medio de la majestuosa precordillera de los Andes. Este lugar especial nos envolvió con su verde alfombra de césped y su clima húmedo y boscoso.

 

Este valle es una auténtica joya de la naturaleza, entrelazado por cuatro cauces de agua de montaña, creando un ecosistema único y equilibrado. Aquí, dimos inicio a la agricultura ecológica, una iniciativa que refleja nuestro profundo respeto por la tierra y el medio ambiente. Plantamos variedades de frambuesa, zarzamoras, frutillas, arándanos y comenzamos una prueba de café bajo cubierta natural de bosques, en perfecta armonía con la naturaleza. Cada paso que damos en este viaje es un tributo al entorno natural y un legado para las generaciones venideras.

 

Una de las grandes fortalezas es la gestión del capital humano, contando con 4 estancias en pleno desarrollo y aprendizaje teníamos el desafío de estandarizar lo artesanal para evitar cometer los mismos errores que veníamos aprendiendo. Nos embarcamos en un mega proyecto de hacer 104 tutoriales a través de todo el ciclo de vida de los 4 cultivos que finalizaría en Junio 2024, para que todo ese conocimiento esté disponible para las instituciones educativas y apasionados de los cultivos. Estamos orgullosos de lo que hacemos y lo queremos compartir con el mundo.

 

En el 2023 largamos nuestra línea profesional gastronómica de smoothies. Con una solución a medida del canal profesional gastronómico para que puedan ofrecer un producto realmente 100% natural recién preparado de manera sencilla.

Nuestro compromiso con el medioambiente no es solo una expresión sino son hechos, en el 2023 comenzamos “compostaje de lombrices" o "compostaje vermicultural", es un proceso de descomposición de materia orgánica mediante la acción de lombrices, Estas lombrices descomponen restos de frutas, hojas, residuos de campo y otros materiales orgánicos, convirtiéndolos en un material rico en nutrientes conocido como humus de lombriz o vermicompost.

El vermicompost es un abono orgánico de alta calidad y se utiliza en nuestra agricultura para mejorar la calidad del suelo, aumentar su capacidad de retención de agua y proporcionar nutrientes esenciales para las plantas. Además, el proceso de vermicompostaje reduce la cantidad de residuos orgánicos que van a parar a los vertederos, lo que contribuye a la gestión sostenible de los desechos.​

Hoy aunque nos parezca imposible de creer casi el 40% de las frutas que se producen no llegan a ser consumidas, ya que son descartadas en campo por falta de calidad, en empaque, en los mercados centrales, en las góndolas o hasta incluso en las casas antes de consumirlas. Además las frutas que tienen la posibilidad de llegar bien, algunas tienen cascaras y semillas que no se consumen. Con esta nueva tendencia de consumo no se perdería este 40% que es casi la mitad de la fruta que llega a hogares.

En octubre 2023 después de un año de transformaciones y mejoras logramos certificar las nomas de inocuidad del ANMAT, que es paso previo a las normas HACCP  (El sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) que vamos a certificar en el 2024.

A medida que nos acercamos al nuevo año, nuestros desafíos no se centran en la industrialización de productos, sino en apreciar la nutrición de lo simple y lo natural. Nos comprometemos a mantener y mejorar la calidad de nuestros productos mientras conservamos y enriquecemos nuestro entorno natural. Este compromiso es la esencia misma de nuestra visión hacia un futuro más sostenible y enriquecedor.

 

En el 2024 vamos a comenzar a transitar el camino de usar energía renovables como solar e hídrica. Nuestro próximo proyecto comercial es poder ofrecer frutas congeladas en la categorías de snack para nuestros niños.

IQF - Individual Quick Freezing

La IQF o congelación rápida de manera individual (Individual Quick Freezing) es un procedimiento que garantiza que una vez que hayamos descongelado el producto, este conserve toda la textura, valor nutritivo e igual sabor al del producto recién cosechado. Así mismo, para su preservación, el uso de este proceso garantiza que los productos no necesiten de ningún tipo de químicos o preservantes y que, debido al cambio brusco de temperatura, se reduzca de forma importante la presencia de microorganismos.

La diferencia entre una congelación IQF y una congelación lenta es el tamaño del cristal que se forma. En la primera los cristales de hielo que se forman dentro de las células de los tejidos son de tamaño muy pequeño, lo que evitará que las paredes celulares que conforman los tejidos vegetales se rompan y que al descongelar el producto no haya derrame de fluidos celulares. En una congelación lenta, el tamaño del cristal que se forma es tan grande que rompe las paredes celulares, permitiendo el derrame de fluidos internos y la consiguiente pérdida de sabor, textura y valor nutritivo cuando descongelamos la fruta.
 
Otra de las ventajas que aporta esta congelación, es que podemos descongelar la cantidad de producto deseada y no el bloque entero y no necesita descongelarse para la cocción o preparación, directamente la utilizaremos en la cocción.

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